¿Cómo somos los mexicanos ante situaciones de desastre?
El mes pasado los principales noticieros de México anunciaban en sus espacios televisivos y radiofónicos spots y seguimientos en la que daban información de un fuerte tsunami de 8.9 grados que azotó la isla de Japón causando destrozos y muertes de miles de japoneses en un periodo de 2 minutos; ocasionando caos y controversia sobre todo en la ciudad de Kurihara.
Ante la magnitud del desastre y la solicitud de apoyo por parte del presidente de dicho país, quien con desesperación y lágrimas en sus ojos, solicitaba ayuda a todo el mundo para dar frente al desastre que con furia y de gran magnitud había destruido parte de su territorio.
Todo México, ponía gran atención ante ducho suceso, ya que el tiempo en sus memorias retrocedía 26 años ante la similitud y magnitud del evento ocurrido con el terremoto de 1985, en éste país.
Afortunadamente México es un país que se ha caracterizado siempre por poseer una gran riqueza en cuanto a manifestaciones de solidaridad y colaboración con hermanos en desgracia. Por lo que la ayuda, no se hizo esperar, pues el presidente de México, Lic. Felipe Calderón Hinojosa, solicitó a México la colaboración de todos los mexicanos para que apoyáramos en la medida de nuestras posibilidades a nuestros hermanos Japoneses.
Por otra parte, se empezaron a organizar diversos sectores a nivel nacional, estatal y local con el fin de asistir y brindar el apoyo para este país en desgracia.
Hay que recordar que cuando el terremoto de 1985, las personas afectadas recibieron distintos apoyos como los humanitarios, es especie, afectivo y materiales para soslayar su situación y de alguna manera poner en marcha acciones de recuperación.
Casos como el anterior, han sido visibles año tras año en diferentes situaciones que han afectado a México y otros lugares del mundo como el terremoto del año pasado en Haití o aquí mismo; como las inundaciones de los estados de Monterrey y de Veracruz, donde se mostró la gran Solidaridad de cada uno de los mexicanos que vivimos dentro y fuera de la nación al coordinarnos con instituciones gubernamentales y no gubernamentales con el fin de apoyar a la gente que había perdido todo por esas inundaciones.
Es importante que nuestras autoridades se organicen de manera eficiente para seguir incentivando esta característica tan valiosa que forja y mantiene unida nuestra nación.
Ya por nuestra parte tenemos que reflexionar como hemos ayudado a personas que están a nuestro alrededor y que requieren muestras de apoyo que aunque pareciera que es poco como es el dar un garrafón, ropa usada y hasta un rollo de papel de baño en situaciones de éstas magnitudes, son de gran ayuda para esas personas que están afligidas y que finalmente no afecta a nuestra economía pero sobre todo, dicho compartir nos engrandece como seres humanos.
ANGELICA MEZA TORRES
MARZO DEL 2011
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