lunes, 28 de marzo de 2011

PRODUCTO 1

PRODUCTO 1
La historia en nuestras vidas
Idealmente, aprender la historia de la humanidad, de una sociedad, de las personas… nos ayuda a comprender los fenómenos, acontecimientos, hechos y momentos del pasado para entender el  presente en un  proyecto  hacia el futuro. Asimismo, conocer el pasado del entorno próximo, la vida de las personas que nos rodean, -la familia, compañeros de la escuela, los vecinos, etc., nos brinda identidad y pertenencia porque aceptamos el origen de nuestra propia cultura y  nos asumimos como seres históricos con  capacidad para influir en la corriente de los acontecimientos sociales y de la vida propia.
Debo reconocer que no cuento con una metodología para su enseñanza, pero sí cuento con la experiencia de la  didáctica usada por mis maestros durante mi formación básica  y creo que gran parte de ésta la hemos interiorizado de tal manera que, sin ser conscientes de ello, la expresamos en muchas de nuestras prácticas. En ellas se ponderan los conocimientos acabados sin cuestionarlos, la lectura de pasajes o lecciones que abordaban un periodo o hecho histórico, para su exposición y memorización de fechas y datos sin significado alguno para los alumnos, el cuestionario para evaluar o reforzar esos “conocimientos” fuertemente influenciados por la ideología del autor de los textos abordados, principalmente el libro de texto, y excepcionalmente algún guión para dramatizarlo, etc., actividades tremendamente aburridas para los alumnos y hasta para el propio maestro, y que finalmente serán olvidados en un muy corto plazo.
En medio de este marasmo, las formas de  enseñanza de la historia  no nos han permitido otorgarle el peso y verdadera dimensión al conocimiento del pasado en la formación de los alumnos, el significado en sus vidas, en la de las personas y de la sociedad.
María Eugenia Márquez Collado

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