miércoles, 30 de marzo de 2011

PRODUCTO No. 1

Se parte de que la enseñanza de la Historia es una disciplina que debe promover  la adquisición de los valores éticos, personales, de convivencia social y el desarrollo de una identidad nacional a través del tiempo y en el espacio por tanto va encaminada a estudiar sucesos del pasado que impactan de manera significativa en el presente con el fin de desarrollar conocimientos que permitan a los alumnos conocer, reflexionar, analizar e identificar los acontecimientos de carácter nacional, internacional, local y estatal con el fin de que se de cuenta de los acontecimientos pasados que influyen en el presente de sus estilos y formas de vida.
Por otra parte, los métodos empleados han sido varios a lo largo del tiempo sin embargo el docente ha utilizado los contenidos de historia haciendo uso excesivo de métodos tradicionales en donde se enfatiza el uso de la memorización desvirtuando el sentido de dicha disciplina y enmarcando un distanciamiento entre el alumno y el sentido formativo de la asignatura.
Cabe reconocer que los docentes actuales repetimos las formas de enseñanza con la cual nos formaron por lo que repetimos las estrategias y actividades monótonas y poco motivantes para nuestros alumnos, situación que ha traído como consecuencia que en evaluaciones nacionales como es ENLACE, se reflejen déficit en el manejo de conocimientos y saberes básicos de la Historia.
La enseñanza de la historia se enfrenta continuamente a dificultades para llevarla a cabo pues en primer lugar, está la subjetividad con la que cada docente interpretamos y llevamos a cabo nuestra práctica en cuanto a esta asignatura y la otra dificultad radica en la relación que tiene con la construcción de identidades y con la formación de consciencia así como el compromiso para llevar a cabo las cosas como nos lo enmarcan los planes y programas vigentes.
Por lo anterior creo muy conveniente que en primer lugar autoevaluemos nuestras competencias como docentes y sobre todo conozcamos con detenimiento el enfoque, los propósitos, las competencias a desarrollar; así como las técnicas y estrategias que resulten motivadoras y enriquecedoras en cuanto al desarrollo de contenidos y competencias para esta asignatura pero sobre todo articular el sentido y la lógica entre la información internacional, nacional, estatal, regional, local y personal.

Es de gran significado que el docente se ocupe de trasmitir no solo conocimientos sino habilidades, actitudes y valores. Por último es recomendable privilegiar la historia más cercana o inmediata, donde está situada el aula (la comunidad) ya que es esta, la que atañe concretamente al alumno, pues facilitará un conocimiento más directo mediante recorridos en los alrededores, observando sus monumentos, iglesias, rutinas arqueológicas, museos, calles y otros vestigios históricos que aportan un buen cumulo de información.
Por lo tanto la  historia se aprende mejor por los ojos, oídos y hasta por los sentimientos debe ser gradual y  que vaya de lo más coloquial a lo más complejo y con el uso suficiente de recursos para enriquecer la comprensión de los alumnos y estos  a su vez puedan aprender a pensar históricamente dándole significatividad para su vida cotidiana.

Angélica Meza Torres

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