martes, 5 de abril de 2011

La Conquista de México… ¿Ventaja o desventaja? NARRATIVA

Desde que nací me enseñaron a amar a México, mi tierra. Me enseñaban que nosotros tuvimos unos antepasados indios de diferentes culturas como: mexicas, totonacas, tlaxcaltecas, etc., que vivían tranquilamente en sus tierras progresando y adorando a sus Dioses, más sin embargo apareció el hombre blanco de ojos azules y barbado con miras a conquistar a nuestra tierra, creencias y tranquilidad lo que me hizo rechazar la acción.

Ahora me preguntan ¿ventaja o desventaja? La Conquista de México, inmediatamente pensé desventaja sin duda. Pero me dí a la tarea de investigar acerca del tema y … ya no supe que pensar  de hecho ya no sabia por cual decidirme “ventaja, sin duda” les voy a contar porque.

Las tres fuentes hacen alusión de la pedrada al tlatoani. Característico dentro de este acontecimiento es la narración en la Visión de los Vencidos de la impotencia con que explican cómo el "Sol" Alvarado se aprovechó de ellos y cómo fueron mutilados cuando lo único que hacían era disfrutar una de sus celebraciones.

Cortés optó por salir de la ciudad y, a la mitad del camino, fueron interceptados por los aztecas que casi los aniquilaron.

Los españoles encontraron tranquilidad hasta la región llamada Popotla donde Cortés lloró la derrota en un ahuehuete. Después de este episodio los españoles regresaron a Tlaxcala para refugiarse y tomar fuerzas. Si el relato de los indígenas en la recopilación de Portilla resulta doloroso, también en la narración de Bernal Díaz se explica cómo ya ellos habían asimilado su derrota y la necesidad de encontrar nuevamente a los aliados para así regresar, si era posible, a España.

Mientras en Tenochtitlán Cuitláhuac sucedió a Moctezuma; pero duró muy poco tiempo en el trono, ya que se enfermó de viruela y murió. Este emperador tenía la fama de ser un gran guerrero que tenía un gran odio por los españoles, por lo que su muerte para el pueblo mexica fue muy dolorosa. En la Visión... se explica la magnitud que tuvo la intromisión de enfermedades en la disminución del poder que ya había sido nuevamente concentrado en la capital tenochca. Vino, entonces, al poder Cuauhtémoc que era muy joven y durante su gobierno se dio nuevamente el regreso de los españoles, los cuales habían hecho crecer sus tropas con tlaxcaltecas y españoles que llegaron de algunas expediciones.

Para agosto de 1521, México-Tenochtitlán ya estaba tomado por Hernán Cortés, se mandó hacer prisionero a Cuauhtémoc y lo torturaron para que dijera la ubicación de más riquezas; pero fue en vano y mataron al rey mexica. Hacia 1528, Cortés fue a España a entrevistarse con Carlos V, ya que era necesario que le reconociera nuevamente como gobernador de la nueva España. Este título lo había perdido después de comisionar a oficiales reales que gobernaran mientras él arreglaba asuntos en España, sin saber que se le rebelarían. Desgraciadamente el Rey de España sólo le concedió el título de Marqués del Valle de Oaxaca y otras concesiones menores. Cortés en su texto se siente muy defraudado por la actitud de la corona ante sus peticiones y es que para él haber dejado casi la vida en territorios, donde supuestamente pretendía que entrara el evangelio, no tenían mérito. Incluso, Cortés, como explica Bernal Díaz, muere en un estado de angustia debido a que sus logros no habían sido reconocidos. De ahí que siempre quisiera demostrar su poder; pero para la expedición a Guatemala ya no era el mismo que había llegado a México.

Los tres libros hacen una referencia muy detallada en cuanto al proceso histórico, aunque en la recopilación de los indígenas hay un peso mucho más moral y cósmico; es decir, dan prioridad a los sentimientos que surgieron a raíz de la decadencia en la que caían a manos de los españoles. Mientras, con las otras dos fuentes lo único que se encuentra de sustancia en ellos es siempre una justificación personal que les de renombre sobre los demás: para Cortés escribir la historia significó buscar beneficios económicos y para Bernal Díaz resaltar su figura como soldado en el proceso de conquista.

Es por esta razón que creo necesario recapitular tal acontecimiento histórico basándome en tres libros representativos: Cartas de Relación de Hernán Cortés, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo y Visión de los Vencidos de Miguel León-Portilla. El orden de tales obras no es casual, pues de acuerdo a lo leído puedo decir que:

En el primero de ellos, se puede encontrar la primera visión española que hubo sobre el conflicto. Esboza las aventuras y desafíos por los cuales atravesó a lo largo de su incursión en el territorio mexicano. Para esto, hace uso de su cualidad retórica para escribirle al rey de España enviándole las mejores frases y pasajes de lo acontecido durante la conquista, con el fin de justificar su desobediencia tras enfrentarse a Diego de Velázquez a su salida de Cuba y, asimismo, encontrar una gratificación, ya fuera con algún título y con tierras o, bien, que se le reconociera como único y principal capitán de la Nueva España. Aunque en las Cartas de Relación hace referencia de que los que busca es hacerse virrey.


Para terminar, es necesario también entender que dentro de este texto se maneja el término conquista no sólo en el contexto militar que tuvo el proceso, tampoco se discrimina por eso su importancia. Más bien, hay que entender que en tal concepto están inmersos procesos ideológicos, psicológicos y culturales. Toda esta gama de procesos son el resultado de una interacción entre dos pueblos. Una asimilación que tuvieron al encontrarse, ya sea por la vía pacífica o militar. Entonces, si hablamos de conquista hablamos de esa acepción en su sentido más general. Lo importante sería entender que tanto ellos se quedaron con parte de las creencias e ideas indígenas como nuestros antepasados también asimilaron las suyas. Esto quizá sin la necesidad de la imposición, tan sólo por la relación que hubo a partir de su encuentro.

QUÉ NOS DEJA LA CONQUISTA EN NUESTROS DÍAS.

Estamos ya instalados en el siglo XXI y es penoso que aún hagamos de lado a nuestros indígenas, tomándolos como un estandarte del atraso y la vergüenza. Tal situación no es para menos, advirtiendo que nuestros sistemas político y económico están más preocupados por las ganancias monetarias a costa de los más humildes que en la búsqueda de programas sociales que los beneficien. Así, si no figuras como negociante o como consumidor no entras en el juego del neoliberalismo ni de la globalización. Y como los indígenas buscan un respeto a sus diferencias, pues prefieren (los políticos, las oligarquías financieras, los tecnócratas y otros) no escucharlos, reprimirlos y buscar, de una forma escalofriante, su desaparición del mapa para lograr adueñarse de su poco sustento de vida - la tierra- para utilizarlo para un negocio mucho más rentable. Un ejemplo basta: los indígenas chiapanecos estorban dentro del territorio de Montes Azules, pues ahí se quiere construir un centro de hotelería y esparcimiento.

Hoy, los indígenas siguen subyugados y ya no son los españoles los culpables, si queremos hablar de una forma maniquea. Somos nosotros mismos los que los rechazamos, los que los humillamos, los que los obstaculizamos. Solamente nos gusta verlos como una artesanía típica más, algo que sólo nos representa cuando los presumimos ante los extranjeros, personas que vemos normales y hasta como hermanos cuando los encontramos en las ruinas de cualquier centro ceremonial indígena. Esta situación lejos de favorecerles los introduce más en la ignominia y de la desesperanza de alcanzar "un mundo donde quepan todos los mundos", como explican los zapatistas, donde su autonomía no signifique separación sino interrelación.

Ahora, respecto a nuestra actitud ante los españoles, quienes son vistos como los transgresores de nuestra cultura, debemos entender que este tipo de pensamiento no refleja más que nuestra ignorancia sobre la historia de México, ya que si algo es bien sabido por mí a partir de este curso es que los españoles han forjado nuestra identidad con valores sólidos tanto en el sentido social como religioso. Si bien, su estructura política ha hecho que nuestras instituciones hayan degenerado en la corrupción no podemos obviar que muchos de sus aportes a nuestra cultura. Un ejemplo claro la rica gama gastronómica que nos da un renombre mundial. Además, debemos entender que los españoles que vinieron hace quinientos años no son las mismas personas que ahora habitan ese gran país europeo, por lo tanto es inaceptable descalificarlos con improperios como "mendigos gachupines que nos conquistaron" o "gracias a ustedes este país es lo que es".

Debemos entender que hoy vivimos otra etapa histórica donde lejos de juzgar por el pasado a gentes de nuestro tiempo, es necesario junto con ellos analizar tal proceso para entenderlo de una manera más concisa.

Para terminar sólo quiero resaltar que ante la cuestión indígena de México ellos –los españoles- se han visto mucho más preocupados por lo que pase, por ejemplo, en Chiapas que algunos mexicanos.

Gran parte de la juventud crítica de España se encuentra haciendo guardias en la Selva Lacandona para observar que el ejército no reprima a los naturales del lugar. Mientras, algunos de nosotros, mexicanos y dizque más comprometidos, estamos gozando de la paz que nos brinda la ciudad y la poca importancia de que nuestros indígenas sufran hambre, represión y muerte.


Lorenia Martín del Campo Contreras.

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