viernes, 1 de abril de 2011

Narración acerca de la Invasión de los Bárbaros

Erase una vez, allá por el siglo III, en el continente de Europa, una población llamada Roma ahí vivía gente que se dedicaba a pescar, navegar, sembrar vid y olivo principalmente; en su sociedad había personas con privilegios llamados patricios, también había plebeyos, trabajadores libres y esclavos. Todos eran gobernados por un emperador que encabezaba al ejército. Este imperio logró consolidarse  y conquistar muchos lugares, se extendió hasta otros continentes como Asia y África estableciéndose ahí. El imperio mantenía su unidad en parte gracias a que tenía un gran ejército encargado de vigilar y defender las fronteras contra invasores. Poco a poco el gobierno romano fue perdiendo autoridad. El ejército siguió existiendo pero desapareció la disciplina que los había caracterizado. Guiados por ambiciones de jefes, los grupos militares empezaron a luchar entre sí y causaban temor entre la población.

El año 295 d.C., para defender mejor al imperio se decidió dividirlo en dos: oriente y occidente; pero aún con ello, los pueblos romanos tuvieron que hacer frente a los constantes conflictos, las dificultades económicas y los gobiernos débiles. A lo largo del siglo III d.C., pueblos guerreros de Europa, Asia y África, empezaron a penetrar en el imperio. Las invasiones se hicieron cada vez más frecuentes y tenían mayor éxito, principalmente en la parte occidental.

Los invasores fueron llamados bárbaros, debido a que así conocían los romanos a aquellos pueblos que no compartían su modo de vida, cultura y lengua. En su mayoría, eran grupos de pastores, agricultores, marinos, jinetes y soldados que buscaban entrar en el territorio del imperio. En ocasiones ingresaron por la fuerza y otras mediante acuerdos con soldados romanos. Con el tiempo, los pueblos bárbaros ocuparon gran parte del territorio romano de occidente. Finalmente, en el año 476 d.C. derrocaron al emperador Rómulo Augusto. El fin del imperio romano de occidente se considera el inicio de la Edad Media.

Los germanos eran el grupo bárbaro más numeroso. Estaba compuesto por varios pueblos (visigodos, ostrogodos, vándalos, francos, lombardos, anglos y sajones) que tenían características culturales propias, como idioma, leyes, tradiciones y religión (católica). La mezcla de lenguas germánicas con el latín resultó en la aparición del español, el portugués, el italiano y el francés. Los pueblos germanos destacaban en el trabajo de los metales y en la orfebrería.

Estos pueblos siguieron enfrentándose por más de tres siglos, hasta que un hombre llamado Carlomagno, rey de los francos, logró imponerse a los demás pueblos por medio de armas y para el año 800 d.C., restableció el imperio romano de occidente y fue proclamado emperador de los romanos.

Virginia Cuevas Quintanar

No hay comentarios:

Publicar un comentario