miércoles, 6 de abril de 2011

PRODUCTO 11

LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO ES MI INDEPENDENCIA
1810: DESDE XALAPA DE LA VERA CRUZ DE LA NUEVA ESPAÑA
La mayoría de la gente sufriendo abusos; hombres labrando la tierra desde que amanece hasta que anochece; mujeres trabajando en las haciendas en labores domésticas; niños pastoreando ganado, y si bien les va a unos pocos, en algún aula aprendiendo a leer y a escribir. Esta gente no tiene vida social, ni tampoco tiempo para esparcimiento pues les ha tocado nacer en un pueblo oprimido, con raíces indígenas, con una cultura y religión que ya desaparecieron. Un pueblo proveniente del maíz, la vainilla y el cacao, del sol y la luna de la poesía y el canto.
Sus verdugos: hombres blancos que dicen conocer la verdad sin vivir en la realidad, que abusando de la generosidad despojaron a un pueblo que sin conocer “la verdad” sí vivían la realidad.
Cansados de caminar deciden levantar su orgullo caído; indios, mestizos y criollos se unen para impulsar el vuelo del águila que un día quedaba cautiva por la ambición de aquellos que se creían superiores solo por la apariencia de tener otro color.
Así se levanta el batallón de los desposeídos, los olvidados e incomprendidos. La Vera Cruz se hace presente en Xalapa Diego Leño los representa, Papantla tus hijos vuelan por medio Serafín Olarte, Coscomatepec Nicolás Bravo.
Miguel Hidalgo y la Corregidora motivan al Bajío, mientras se debilita el batallón enemigo ocupado con sus vecinos en los reinos europeos divididos. Es así cómo un estandarte une e impulsa a un pueblo hostigado por su enemigo.
Al grito de viva México despierta una nación dormida por haberse dividido antes que llegara el enemigo.
Ser libre e independiente como nación, estado, comunidad pero sobre todo como individuo.
SAUL RODRIGUEZ LAVOIGNET

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